¿Te has parado alguna vez a pensar que lo que hagas ahora te servirá de mapa para el resto de tu vida?
¿Se te ha ocurrido descansar un momento de tu aburrida y monótona agenda y preguntarte qué coño estás haciendo contigo?
Por casualidad, por cualquier locura del destino o una simple y pequeñísima pausa en el tiempo, ¿has tratado siquiera de verte dentro de unos años?
Yo como cualquier chica normal a año 2012 que estamos, me aferro a la esperanza de que algún día se me iluminará esa bombilla y aclararé mis ideas borrando esa mancha gris que se recrea bailando por mi cabeza. Yo, como persona descabezada y cabezota, como mujer fuerte e insegura en muchos casos, como ser en el planeta dubitativo y muy crédulo para mi disgusto; como persona feliz que llora cuando el mundo se le viene abajo, tengo que confesar que a veces el planeta parece una bola enorme para mi, eso sin contar todo esa masa negra a la que llamamos Universo... Que siento que no comprendemos la grandeza de cada uno de nuestros actos y que hasta que lo hagamos, tendremos que caernos mucho, muchísimo; tendremos que pasarlo mal y olvidarnos de las cosas importantes para caer en ello una vez sea tarde, y equivocarnos, y volver a tropezar, y levantarnos para ver que de esta segunda caída salimos mucho mejor que de la anterior, y que cuanto más nos caigamos más cerca estaremos de saber quienes somos de verdad y no quien quieren los demás que seamos.
 Que pienso que algún día mis ojos se abrirán y verán la claridad, la oportunidad que nos dan de disfrutar de cada cosa que hagamos y entonces daré gracias porque sabré lo maravilloso que puede llegar a ser esa, ahora, pequeña pelota azul llena de tierra y agua en la que millones de personas laten por una razón similar a la mía y respiran por saber que la felicidad es más que un secreto de la Coca-Cola.

Pero hasta que llegue el día en que vea las mañanas claras y las noches con mucha luz, seguiré divagando en busca del camino que me lleve a mi punto de partida para este juego, seguiré investigando pues hasta ahora no he visto ningún cartel que diga: ESTOY AQUÍ PARA TI.