Nunca te arrepientas de lo que hayas podido hacer en el pasado, lo que fue ha sido ya y tarde o temprano te darás cuenta de que fue así porque estaba escrito que lo fuera, sin embargo si no haces lo que te apetece en el momento más adelante lo desearás con todas tus fuerzas, te dolerá el estómago y te retorcerás entre dolores de cabeza y suspiros en el pecho. Nunca gires la cabeza, no intentes reescribir la historia ni trates de cambiar el capítulo anterior; no temas por lo que diga la gente y que lo que menos te preocupe sea si les parece bien o no. Recuerda que no somos máquinas, nos equivocamos, luchamos contra nuestra fuerza interior, tropezamos con nuestros propios pies y en ocasiones incluso dos veces seguidas y ¿por que? Porque son cosas del ser humano y no hay mayor error que el de tratar de cambiarnos a nosotros mismos. Mira hacia el futuro y no gires la cabeza ni por un dolor de cuello, vive tu día a día como el último y que nada te haga dudar de si hiciste bien al hacerlo o no, porque te puedo asegurar de que por muy mal que estuviera algún día volverás a hacerlo y no podrás dejar que te coman las dudas.