Navaja oxidada
que amenaza.
Que infecta
el dulce flujo
constituyente de vasos sanguíneos.
Que destroza.
Que arde.
Que erradica
y
arranca de raíz.
Que remienda,
para luego
descoser la llaga
excitado.
Ensimismado.
Que ejerce la cirugía
con un solo corte
incisivo.
Que disfruta
administrándose morfina.
Que aniquila,
a manos llenas.
A corazón vacío.
Así,
incesante.
Incidente intencionado.
Nocturno,
posible noctámbulo.
Monarca
de su oscuridad absoluta.
De sus sombras.
Del miedo
de sus miedos.
Pesadilla
de los mejores
y peores sueños.
Medicamento.
Veneno intravenoso.
Congelante
y
vendedor ambulante
del candado que reposa
en cada pecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario